Molinos de cereales en los que la fuerza motriz está asegurada por el paso del agua del río. Extraordinarios trabajos de ingeniería para represar y conducir agua, maquinaria giratoria y de transmisión de energía, y potentes piedras de molino para la trituración de cereales. El esfuerzo y la habilidad del molinero fueron esenciales para el éxito de la actividad. Los últimos molinos de agua del Guadiana dejaron de funcionar en la década de 1960, por lo que hay varios molinos de agua inactivos a lo largo del río.